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¿PORQUE LLAMAMOS A LAS REFLEXIONES DE NUESTROS SERMONES “ESPIGAS DE VERDAD”?





Pr. Manuel Sheran


Una pregunta que frecuentemente nos hacen es: ¿porque llamamos a las reflexiones de nuestros sermones “espigas de verdad”? Por lo tanto, queremos responder a esa interrogante con el siguiente articulo.


Para que, cuando alquien le pregunten usted pueda tener una respuesta adecuada.


En el capítulo 19 del libro de Levítico, Moisés le da al pueblo las leyes judiciales para practicar la justicia para con los de afuera. En los versos 9 y 10 menciona lo siguiente con respecto a la manera en como el pueblo de Dios debía compartir el fruto de su tierra:


Levítico 19:9–10 Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. 10Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.


En resumen, el pueblo de Dios debía aprovechar al máximo su cosecha, pero debía dejar el rebusco. Este es el fruto que caía al suelo y el excedente de la cosecha que aún no había madurado y que permanencia aun en sus ramas. Para que este fuera cosechado posteriormente por los pobres y los extranjeros que no tenían alimento.


Es precisamente esto lo que nosotros leemos que Rut hace en el campo de Booz, su pariente redentor. Al ser ella y su suegra Noemi, extranjeras en tierra de Belén, habían llegado ahí en busca de alimento porque era el tiempo de la cosecha de la cebada dice Rut 1:22. Y en el capitulo 2 vemos a Rut recogiendo espigas como lo haría un extranjero en concordancia con la ley de la justicia de Levítico 19.


Rut 2:2–3 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.

3Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.


Basados en lo anterior, utilizamos el término “Espigas de Verdad” como una analogía a esta ley de justicia para el pobre y el extranjero. Creemos que cuando Dios habla a su pueblo a través del Sermón de la Palabra en el día del Señor, este representa un banquete espiritual tan abundante para su pueblo, que es comparable a la cosecha en pleno de los campos de del antiguo Israel. Pero sabemos también que en medio de nosotros hay gente que nos visita y mira nuestras transmisiones que no son parte de nuestra iglesia. Algunos son extranjeros y otros se encuentran en bancarrota espiritual a no tener a Cristo en sus corazones. Por lo tanto, al igual que Israel, queremos dejar estas pequeñas espigas para que puedan saciar su hambre espiritual e invitarlos a buscar de Dios en medio de nuestra iglesia, done Dios envía su abundante alimento.


Las espigas de verdad entonces son un aliciente para el espiritualmente pobre y advenedizo al pueblo del Señor que le apunta hacia su necesidad de recibir el alimento abundante que hay en Belén (que significa la casa del pan).

Esto es una iglesia bíblica donde se predique el evangelio verdadero.

Para su pueblo en cambio, es un recordatorio de la abundancia que tenemos en casa y nuestra obligación para compartir el mensaje con otros que tienen igual necesidad de Él.


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